martes, 22 de mayo de 2018

LA INCLUSA DE MADRID 1900 - 1907


ES UNA ACTUALIDAD TRISTE QUE PREOCUPA A TODO MADRID 1900

FOTO 1 Sala del Torno de la Inclusa de Madrid

La denuncia formulada ante la Diputación por su delegado José Peláez, ha causado honda sensación. El señor Peláez, que ejerce el cargo de visitador general de la Inclusa, no ha podido contemplar sin conmoverse las amarguras que los pobrecitos niños expósitos sufren, y ha solicitado de la excelentísima Corporación de Madrid, que se adopten inmediatas y eficaces medidas para atajar el daño.

Adolfo Rodrigo, con pluma valiente, ha secundado en las columnas populares del Heraldo la campaña iniciada por el digno diputado provincial, y hoy toda la prensa madrileña dedica atención preferente a tan grave cuestión de humanidad el relato hecho en tonos vigorosos por el activo periodista dando cuenta de lo que sucede en la Inclusa, ha levantado generales protestas de indignación. En las Cámaras han repercutido aquéllas y el doctor Amalio Gimeno ha pronunciado un notable discurso examinando la horrorosa mortalidad de niños en la Inclusa.

El Ministro de la Gobernación ha prometido que se hará una investigación en dicho asilo y poco a poco se corregirá el mal denunciado.

El ilustrado doctor Pinilla, que hace muchos años se ocupó en este asunto, opina que es difícil evitar la mortalidad de niños, ni aun pagando los atrasos a las “amas de cría”.

“El mal escribe, no tiene remedio sólo con eso, porque los achaques de la Inclusa son más graves de lo que parece, y si había de continuar lactando a dos niños a la vez una nodriza, aunque fuera remunerada, la mortalidad seguirá siendo horrenda, porque ninguna nodriza “pero sobre todo las que gasta la Inclusa” puede lactar dos niños a la vez.

FOTO 2 Sala del biberón. Sala de aseo para los niños. El comedor de las niñas del Colegio La Paz

“Ese mal se remedia con dos cosas, o por lo menos una de ellas: una ley semejante a la vigente en Francia desde 1875 (la ley Rousel, de Protección de los niños lactantes) o la institución de un laboratorio de leche estilo de los de Boston, New-York, Hepdelberg, etc., en donde pueda hacerse leche maternizada ad hoc para el biberón de los niños”.

Nuevo Mundo ofrece a sus lectores una información gráfica, completa, del benéfico asilo y del Colegio de la Paz, anexo al mismo respondiendo a la justificada ansiedad del público.

Alzase el edificio que reproducimos en esta plana en la calle de Embajadores de Madrid, y ocupa un solar inmenso que llega hasta la del Mesón de Paredes.

La institución de la casa de niños expósitos data del siglo XVI, y se debe su fundación a la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. Dicha Asociación cristiana instaló el primer torno en una casa de la Puerta del Sol, y después de muchas vicisitudes fue trasladado a la galera vieja.

En los comienzos siglo XIX pasó la Inclusa al edificio que hoy ocupa, el cual ha sido reformado distintas veces, la última hace pocos años, siendo ya director de ella el señor Andrés Domarco, que continúa desempeñando dicho cargo.

Este señor se lamenta, como todo el mundo, de las notorias deficiencias que se observan en la casa, y cree que mientras no se pongan al día los pagos a las “Amas de cría”, es imposible que mejore la situación de los niños. Las láminas del Ayuntamiento no son moneda corriente, y de ahí proviene la desconfianza de las nodrizas y la especulación a que se hallan sometidas en manos de agentes que las entregan una parte mínima de su salario.

Sin los esfuerzos y desembolsos hechos por las respetables señoras que forman la Junta de Damas de honor y mérito, habría sido preciso cerrar la Inclusa. Dicha Junta, con las Hermanas de la Caridad, sostiene el establecimiento, pero no puede mejorar su administración a cargo de la Diputación.

La Junta fue creada en 1803, y según el reglamento de 4 de junio de 1888, tiene la facultad de conceder licencia a los expósitos para casarse, de intervenir en los trámites para devolverlos a sus padres, si los reclaman y otras varias.

En la actualidad, la constituyen las señoras siguientes:
Presidenta, señora marquesa viuda de Trives.
Vicepresidenta: duquesa de Bailén y señora viuda de Secades.
Tesorera: marquesa de Perales.
Secretarias: marquesa viuda de Martorell y condesa de Peña Ramiro.
Curadoras de la Inclusa: marquesa de Perales, señora de Silvela y duquesa de Bailén.
Colegio de la Paz: marquesa de Trives, duquesa de Ahumada y señora de Padilla.
Casa de Maternidad: marquesas de Villamejor y de Amposta y señora de Bayo.
Vocales: condesa de Torre-Arias, marquesa de Montalvo, baronesa de la Joyosa, condesa viuda de Vega-Mar, condesa de Llobregat, marquesa de Peñaflorida, marquesa de Fuentefiel, condesa viuda de Torrejón, condesa de Vilches, marquesa de Salamanca, duquesa de Granada, duquesa de Mandas, condesa de Moriana, marquesa de Bogaraya, señora de Hinestrosa, marquesa viuda del Pazo de la Merced, marquesa de Hoyos, marquesa viuda de Valduera, marquesa de Somosancho, marquesa de la Romana y marquesa de Mondéjar.

La visita a la Inclusa, apena el ánimo y sugiere dolorosas reflexiones. Al penetrar en la sala del torno, se nos representa el acto de la entrada de la infeliz criatura separada del calor maternal, cuando más lo necesita…

Una Hermana de la Caridad recoge al pobre ser abandonado, y lo asea cuidadosamente en el lavabo que hay en el centro; le coloca al cuello la medalla que es símbolo de su desventura, y, después de inventariar los efectos que lleva encima, lo deposita en una de las blancas camitas que hay dispuestas en la habitación.

Al día siguiente, si hay nodriza disponible, comienza la lactancia del niño, en el establecimiento; sí por desgracia suya todos los puestos están ocupados y no hay posibilidad de enviarlo afuera, pasa a la “Sala del biberón”, donde le aguarda una muerte lenta... a pesar de los esfuerzos del personal que cuida a los desheredados.

FOTO 3 Nodrizas en la Sala-Cunas principal

La “Sala de Cunas” instalada en el piso principal es muy agradable. Hay en ella ochenta cunas, y allí las nodrizas atienden con solicitud a los pequeños huéspedes, que son los afortunados que pueden absorber leche sana, aunque no en la abundancia que fuera necesario para su desarrollo.

En el mismo piso está la habitación de aseo, con una larga fila de lavabos, que reciben agua templada y fría por dos cañerías preparadas al efecto. En esta sala, las nodrizas limpian dos, o más veces al día a los pequeñuelos, rociándolos con polvos de arroz y agua de colonia.

En el segundo piso se encuentran la Enfermería general y diferentes gabinetes para los asilados que padecen de la vista o dolencias contagiosas. Reina en todas las dependencias el mayor orden y la ventilación es excelente.

También se halla en este cuerpo del edificio la fatídica “sala del biberón”, donde los pobres niños fallecen a centenares, no obstante los cuidados de las mujeres encargadas del servicio y de emplear en la lactancia leche pasteurizada.

En nuestra visita vimos a cuatro chiquitines encanijados, de rostro pálido, que chupaban trabajosamente en el aparato destinado a su nutrición.

¡Infelices hijos de la desgracia!

Bajamos al comedor, donde trescientas veinte niñas del Colegio de la Paz se hallaban reunidas. LA comida, servida por las Hermanas de la Caridad, presenta buen aspecto y su olor era grato; pero observamos que el local, bajo de techo y escaso de luces, no tiene las mejores condiciones para albergar, siquiera sea por una hora, a tan numeroso contingente de personas.

Después nos acompañó Sor Francisca, superiora de la casa, a una sección del Colegio de la Paz. El espectáculo que se ofreció a nuestra vista era sugestivo. Cincuenta niñas de tres a seis años sentadas en una gradería, fijando su asombrada mirada en la máquina fotográfica y con la sonrisa en los labios. La salita, bien surtida de mensaje instructivo, recibe torrentes de aire y de sol por ocho grandes ventanas “cuatro de cada lado” y el conjunto resulta alegre.

AL encender mi compañero, el empleado de Compañy, la luz de magnesio, las parvulitas se alborozaron, pidiendo ¡otro fogonazo!

En el piso principal vimos un salón muy vasto en el cual había estudiando unas doscientas acogidas de más edad que las retratadas en esta plana. Recorrimos también, las oficinas, que son malas, y necesitan alumbrado artificial durante gran parte del día, y observamos en toda la casa una limpieza extraordinaria, así en los dormitorios, enfermería, escuelas y lavabos, como en los corredores, antesalas y escaleras.

La causa, pues, de la terrible desaparición de los expósitos, no consiste en la falta de higiene dentro de la Inclusa, sino que nace del abuso de hacer criar a una ama dos o tres niños; de no vigilar a los que son llevados a los pueblos, y principalmente de la menguada nutrición que reciben los infelices abandonados que son recluidos en la “sala del biberón”.

Después de conocer la Inclusa por dentro y de adquirir el convencimiento de que no es posible evitar el daño por la opinión deplorado sin la concurrencia de “amas de cría” bien retribuidas, hemos pensado en que la Diputación puede hacer mucho si quiere, reformando la administración vigente en el asilo. ¿Necesita un modelo que imitar? Pues sin salir de España lo encontrará, estudiando el régimen adoptado en las Provincias Vascongadas.

FOTO 4 Niñas del Colegio La Paz

El que escribe estas líneas ha visto en Vizcaya un ejemplo nobilísimo en la Casa de Expósitos, y puede asegurar que no es difícil implantarlo en Madrid. El Presidente de la Diputación vizcaína Enrique de Aresti, podría facilitar al señor De Blas cuantos antecedentes, reglamentos y noticias fueran precisos y pronto se tocarían las ventajas si se reformaba el sistema actual.

Allí, las Nodrizas de los pueblos acuden en gran número a recoger los niños expósitos y su mensualidad la reciben sin merma de ninguna clase. La Corporación provincial tiene un antiguo empleado, de probidad acrisolada, que recorre las aldeas a fin de cada mes, y entrega puntual y religiosamente su paga a las Nodrizas sin descuento.

¿No podría hacerse lo mismo en esta provincia destinando dos o tres empleados dignos a prestar tan racional servicio? ¿Cabe duda de que las amas de cría solicitarían los niños abrigando la seguridad de que su remuneración sería abonada sin trabas ni corretajes en la fecha convenida?

En las informaciones publicadas sobre los agentes cobradores, intermediarios entre las nodrizas y la Diputación, se ha evidenciado que aquellas son objeto de una explotación censurable que no puede subsistir.

Siendo, pues, verdaderamente escandalosa la incuria que se ha demostrado en la materia, urge la adopción de medidas radicales para que la caridad produzca su influjo bienhechor en la Inclusa, librando a los niños sin padres de los tormentos que hoy padecen, haciendo más angustiosa su situación. Periodista de Nuevo Mundo Florentino Llorente (Nuevo Mundo del 10 de enero de 1900, páginas 9, 10 y 11) (1).

FOTO 5 Fachada principal de la Inclusa de Madrid

UNA VISITA A LA INCLUSA 1905

Una de las tareas que el actual gobernador de Madrid ha venido llevando a cabo, ha sido la de visitar los establecimientos provinciales de beneficencia y comprobar si funcionan en las debidas condiciones (2).

Una de estas visitas es la que hizo en 1905 a la Inclusa.

La casa de Maternidad se halla hoy en el mejor estado posible, y el gobernador pudo apreciarlo por sí mismo.

FOTO 6 Amas ce cría de la Inclusa de Madrid

Tiene la Inclusa bajo su tutela a cerca de siete mil criaturas, distribuidas para su lactancia la mayor parte en los pueblecillos inmediatos a esta corte.

Parece que ha disminuido la aterradora cifra de mortalidad a que se elevaba la registrada entre estos tiernos niños confiados a manos mercenarias, que no siempre los cuidan con cariño y solicitud.

FOTO 7 Salón lavabo. Una nodriza. Dormitorio de la Inclusa de Madrid

Terminada la lactancia, los niños son nuevamente recogidos por la Inclusa, que se encarga de continuar su crianza, hasta que cumplen la edad en que ingresan en el Hospicio, donde se les da instrucción para que, al llegar a hombres, puedan ganarse la vida.

CLÍNICA DE GINECOLOGÍA EN LA INCLUSA

La tarde que el gobernador visitó la Inclusa, celebróse la inauguración de la Clínica de Ginecología provincial de Madrid, establecida en la Casa de Maternidad.

Débese ésta beneficiosa Clínica a la Junta de Damas, al presidente de la Diputación señor Bernard y a los delegados de la misma, señores Agero y Mediano.

Es director de la Clínica Ginecológica el ilustrado Dr. Isla, y la instalación ha sido montada con todos los adelantos modernos, para la cual no se ha reparado en gastos.

Asisten a las enfermas, las Hermanas de la Caridad y las enfermeras, además de los médicos de guardia, a los que dirige, como ya lo hemos dicho antes el Dr. Isla.

FOTO 8 Sala de la Clínica de Ginecología inaugurada en la Inclusa de Madrid. El doctor Isla practicando una operación en la Clínica Ginecológica

Es verdaderamente consolador que al fin y al cabo vaya atendiéndose más en Madrid, ya que no resolviéndose del todo, el problema de la maternidad y el de la infancia, ambos de capital interés (2).


UNA VISITA A LA INCLUSA 1907


EL FUTURO PRÍNCIPE DE ASTURIAS


LA CONFECCIÓN DE LA CANASTILLA

De la actividad que ha puesto en juego en los talleres la confección de la canastilla del futuro príncipe de Asturias, pueden dar idea las dos fotografías que, por vía de ejemplo, publicamos en esta página. La primera representa una gran sala de labores de la Inclusa de Madrid, donde todas las recogidas por la caridad ponen manos a la obra (3).


FOTO 9 Amas de cría de la Inclusa de Madrid

La segunda es el taller de una importante casa de confecciones de Madrid. En ésta se han encargado por orden de Palacio, un faldón y una capa bordada con ricas incrustaciones de Irlanda, otra bella capa de muselina, un riquísimo velo de bautismo, todo de encaje, y además todos los artículos de punto, como zapatitos, calcetines, etc. (3).

LA BENEFICENCIA MUNICIPAL EN MADRID

No todo es alegría en este Madrid que también sabe divertirse, cuando quiere y paga a buenos precios sus diversiones (3).

Bajo el ruido y la algazara superficiales hay muchos dolores hondos, y hay también, por suerte, almas caritativas que prodigan consuelos a los que lloran y sufren.

La Consulta especial de Ginecología instalada en la Casa de Socorro del distrito de la Inclusa de Madrid, es un hermoso ejemplo de verdadera caridad que enaltece mucho a las personas que diariamente la practican.

Está dedicada dicha Consulta a la curación de las enfermedades propias de la mujer, y constituye un centro clínico que honra al Ayuntamiento de Madrid y del que legítimamente puede enorgullecerse el Cuerpo facultativo y sanitario de Beneficencia.

Durante el año pasado de 1906, han disfrutado de la asistencia sanitaria 548 enfermas, y se han practicado, entre otras operaciones menos graves, diecisiete laparotomías, dos ovariotomías, tres histerectomías abdominales, y una anexiotomía por embarazo extrauterino.

Por estos trabajos, que han hecho sin remuneración alguna, son acreedores de justos elogios, el doctor Lizcano jefe de la Consulta y los doctores señores Cáses, Arrojo, P. Martínez, S. Rico y Carrascosa.

FOTO 10 Aspecto de uno de los talleres de la Inclusa de Madrid durante la confección de la canastilla

Bibliografía
1.- Nuevo Mundo del 10 de enero de 1900, páginas 9, 10 y 11
2.- Nuevo Mundo del 22 de junio de 1905, páginas 1, 10 y 11
3.- Mundo Nuevo del 17 de enero de 1907, página 21

Nodrizas. Publicado el jueves día 14 de junio de 2012

Fotografías
Revista Nuevo Mundo, 1900
Revista Nuevo Mundo, 1905
Revista Nuevo Mundo, 1907

FOTO 11 Instrumental de la Consulta Especial de Ginecología de la Casa de Socorro y Sala de operaciones de la Inclusa de Madrid. El Dr. Lizcano rodeado de personal de la consulta

AUTOR:
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)

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