domingo, 7 de febrero de 2016

LAS PÁGINAS DE NUESTRA HISTORIA DE LA ENFERMERÍA EN TOLEDO



APRENDIENDO A CUIDAR: De la Doctrina de Sangradores a la excelencia en el cuidado

In Memoriam de Koldobika Santisteban Cimarro, enfermero

FOTO 1 Cartel anunciador de la Exposición bibliográfica

Exposición bibliográfica conmemorativa del Centenario del Primer Plan de Estudios de Enfermería 1915 – 2015

Fondos bibliográficos de la colección particular de Isidoro Jiménez Rodríguez

Hasta el 11 de febrero permanecerá la exposición de manuales de enseñanza de la Enfermería en la Biblioteca del Campus de la Fábrica de Armas de la Universidad de Castilla-La Mancha en Toledo. Se trata de una muestra de libros utilizados para la docencia de la Enfermería en España a lo largo de los dos últimos siglos.

FOTO 2 Organizador de la Exposición Isidoro Jiménez Rodríguez

Los 80 ejemplares seleccionados por el coleccionista Isidoro Jiménez Rodríguez, enfermero asistencial y docente, nos permiten seguir los pasos de los diferentes planes de estudios que se han sucedido en nuestro país desde hace 200 años, hasta nuestros días. La finalidad de esta muestra es conmemorar el centenario del primer plan de estudios de la enfermera.

Enfermería Avanza” no ha querido que este interesante evento, que también podría visitar otras ciudades, pase desapercibido para las enfermeras y enfermeros interesados en la historia de su profesión.

Reproducimos en primer lugar los carteles indicativos que figuran en el espacio expositivo, consistentes en una presentación y unos breves guiones sobre los cuatro apartados en que se estructura. Finalmente planteamos unas preguntas a Isidoro Jiménez, que nos muestra como la historia nos permite abordar e interpretar algunos problemas actuales.

APRENDIENDO A CUIDAR
De la “Doctrina para los sangradores” a la excelencia en los cuidados

El hombre es la criatura más indefensa y vulnerable que viene al mundo. Y por ello, desde el principio, necesita estar rodeado de unos cuidados para poder subsistir.

Cuidar -como señala la enfermera, Marie Françoise Colliere- “es un acto de vida que tiene por objetivo, en primer lugar y por encima de todo, permitir que la vida continúe y se desarrolle y, de este modo, luchar contra la muerte”.

Aunque durante miles de años los cuidados no han sido reconocidos como un oficio o profesión, ello no quiere decir que no hayan estado presentes. Tradicionalmente, la mujer ha desempeñando una serie de prácticas y actuaciones encaminadas a facilitar la continuidad de nuestra especie.

FOTO 3 Díptico de la exposición

Hoy día la Enfermería, como Ciencia de la Salud, tiene como rol profesional el cuidar, y por lo tanto, es la encargada de prestar unos cuidados profesionales que favorecen el bienestar de la sociedad.

Cuidar” significa para la enfermera la aplicación de una serie de conocimientos y técnicas sobre la persona sana o enferma. Pero no es solo eso, “cuidar” es también un arte, pues cada persona es diferente y tiene un mundo de sentimientos y aspiraciones individualizado que lo hacen un ser único.

Aprendiendo a cuidar” trata de ofrecernos una selección de textos de enseñanza a través de los cuales las enfermeras y enfermeros, se han formado para desempeñar las labores propias de su profesión a lo largo de los últimos dos siglos.

Esta exposición bibliográfica conmemora el Centenario de la aparición del primer plan de estudios de la enfermera en España (1915), a instancias de las Siervas de MaríaMinistras de los enfermos”, cuyo convento principal se sitúa en la madrileña plaza de Chamberí y que cuentan también con un convento en Toledo.

Alguno se puede preguntar si es que antes no había enfermeras y enfermeros en los hospitales. Pues bien, los antiguos hospitales y “hospitalitos” toledanos, a lo largo de los siglos, son una clara muestra de cuidados enfermeros, en algunos casos con un alto grado de especialización.

FOTO 4 A la izquierda, Doctrina Moderna para los sangradores.

También queremos recordar a un enfermero que nos ha dejado en estos días, Koldo Santiesteban Cimarro, coleccionista también de libros y textos sobre Enfermería. “Nuestra admiración por su profesionalidad y la excelente persona que supo ser”.

I. LA FORMACIÓN HASTA 1915
Entre los cirujanos franceses que acompañaron a los monarcas españoles tras la restauración borbónica, se encontraba Ricardo Le Preux, nombrado en 1703 cirujano de la reina Mª. Luisa de Saboya, y algunos años después, Examinador Mayor del Real Protobarberiato. Este cargo le llevó a escribir en 1717 su Doctrina Moderna para los Sangradores, texto de enseñanza del que se llegarían a realizar varias ediciones, algunas de ellas ya bien entrado el siglo XIX. La publicación que presentamos en esta muestra, la cuarta, se realizó en 1814 en Valencia. En ella podemos observar, el estilo de redacción, a modo de los catecismos antiguos, en forma de preguntas y respuestas. De ahí, el nombre de “doctrina”.

FOTO 5 A la izquierda: Doctrina moderna para los sangradores : en la qual se trata de la flebotomia arterotomía, de la aplicación de las ventosas, de las sanguijuelas y de las enfermedades de la dentadura. Ricardo Le Preux. A la derecha: Curso completo de partos y de enfermedades de mugeres y de niños. Julio Hatin

No fueron muy numerosos los manuales para sangradores y practicantes en la primera mitad del siglo XIX, como lo pone de manifiesto la traducción de una obra de Julio Hatin, profesor de la Facultad de Medicina de París, el Manual de flebotomistas y comadronas, traducido en 1840.

En la Instrucción del Practicante (1863), de Bonifacio Blanco, podemos leer que la misión de asistir a enfermos, es de tal naturaleza, que no basta á las veces el que las personas encargadas lo hagan con el mejor deseo y tierna solicitud, sino que es necesario sean movidas también por sentimientos de caridad cristiana, compadeciéndose de la adversidad y aflicion, de las penas y dolores que sufre el que tiene la desgracia de perder el mas precioso de los dones, la mas inestimable prerrogativa que puede gozar el hombre, que es la SALUD”.

II. EL ÚTIMO SIGLO (1915-2015)
El primer Plan de Estudios de la Enfermera en España (1915) va a ser mal visto por los Practicantes, los cuales consideran que se van a ver mermados sus derechos. Por ello entablarán un pleito por vía contenciosa, cuyo resultado, tres años más tarde, les será desfavorable.

A lo largo del siglo XX se van a producir diversas modificaciones legislativas que van a dar lugar a grandes cambios en la profesión. En 1953 se unificaron en un único plan de estudios las titulaciones de enfermera, practicante y matrona, pasando a denominarse Ayudante Técnico Sanitario (ATS).

Años después, en 1977, las escuelas donde se cursaba A.T.S. se integran en las universidades, pasando a denominarse la titulación Diplomado Universitario en Enfermería.

FOTO 6 Antonio Casado, Francisca Hernández, Isidoro Jiménez y Roberto Martín

La Ley de Reforma Universitaria (1990) va a suponer un importante avance para los estudios de Enfermería. Pero será la integración de España en la Unión Europea y el acatamiento del Espacio Europeo de Educación Superior, quienes marcarán un camino de progreso sólido y firme para los cuidadores profesionales españoles.

Los nuevos estudios de Grado implican una autonomía profesional y el respaldo académico a una vieja profesión que cada día tiene que reinventarse para dar solución a las necesidades en cuidados de cada paciente.

Los manuales expuestos en este apartado nos muestran estos cambios del último siglo, ese camino que apunta en una dirección: la excelencia en los cuidados.

Se completa esta parte de la exposición con la reciente edición de los diagnósticos enfermeros (Nanda 2015-2017), libro cedido por la Editorial Elsevier.

III. LOS MANUALES DEL DR. USANDIZAGA
La Escuela de Enfermeras de la Casa de la Salud de Valdecilla fue fundada en Santander en 1929, bajo las influencias del modelo enfermero anglosajón de Florence Nigthingale. Ello implicaba que sus alumnas alcanzaban la titulación de enfermera tras tres años de formación, bajo la forma de internado. Curiosamente, el plan de estudios oficial en España, constaba sólo de dos cursos.

A partir de 1934 la Escuela va a contar con un material de estudio propio, escrito por su director, el Dr. Manuel Usandizaga. Conocemos, al menos nueve ediciones del Manual de la enfermera, que a partir de la unificación de estudios con los Practicantes y Matronas (1953), cambiará de nombre: Manual de la enfermera y del practicante.

FOTO 7 Manual de la Enfermera. Manuel Usandizaga, segunda edición 1938. Manual del Practicante y de Partos Normales. Emilio A. García-Sierra

En los primeros momentos las relaciones entre las alumnas y las enfermeras instructoras fueron muy conflictivas, por lo que algunas estudiantes abandonaron sus estudios.

En la primera edición del Manual (1934) observamos un primer apartado donde se trata de las actividades de la enfermera; su misión; los deberes con los enfermos, los médicos o sus compañeras; y las cualidades físicas o morales que debe reunir. Entre estas últimas se citan: sinceridad, bondad, paciencia, obediencia, sentido del deber y de la responsabilidad, economía y amor a la limpieza.

La Anatomía y la Fisiología, junto a la Patología, la Higiene, las Técnicas de cuidados de los enfermos, la Química, la Farmacología, la Dietética y la Puericultura, configuran los apartados principales.

IV. RAMAS DE EXPECIALIZACIÓN ENFERMERA
Una parte del contenido de los manuales de enseñanza de Practicantes y Ministrantes presentan temas relacionados con la cirugía menor, la dentistería y la pedicura.

Presentamos en primer lugar el Tratado completo de la extracción de los dientes (1846) de Antonio Rotondo, sin duda uno de los primeros textos dedicados específicamente a una de estas áreas de conocimiento.

FOTO 8 Gema Torrejón y Pilar López Layos, representantes de SATSE

Durante la vigencia del título de ATS (1953-1977) aparecieron diversas especialidades que se cursaban en centros oficiales y algunos hospitales, durante uno o dos años. Estas líneas de especialización fueron: Asistencia obstétrica, Fisioterapia, Radiología y Electrología, Podología, Pediatría y Puericultura, Neurología, Psiquiatría, Análisis Clínicos y Urología-Nefrología.

Posteriormente, la Orden Ministerial de 9 de octubre de 1980 apuntó diversas ramas de estudios o especialidades: Pediátrica, Salud Mental, Salud Comunitaria, Cuidados Especiales, Geriatría, Gerencia y Administración y Obstétrico-ginecológica. Si bien, la única que llegó a desarrollarse fue la última de estas.

La última regulación de especialidades se estableció por el R.D. 405/2005, fijándose estas en Enfermería: Obstétrico-Ginecológica; de Salud Mental; Geriátrica; del Trabajo; de Cuidados Médico-Quirúrgicos; Familiar y Comunitaria; y Pediátrica. Hasta la fecha no se ha desarrollado la rama de Enfermería de Cuidados Médico-Quirúrgicos. La formación especializada actual se lleva a cabo a través de la vía EIR (Enfermero Interno Residente), similar a otras Ciencias de la Salud.

FOTO 9 Manual del Practicante y de la Enfermera, cuarta edición 1937

Enfermería Avanza” ha realizado unas preguntas al organizador de esta muestra, el enfermero Isidoro Jiménez Rodríguez, en la que nos señala el sentido y finalidad de esta curiosa y atractiva exposición de manuales de enseñanza utilizados en España durante los dos últimos siglos.

-¿Cómo se te ocurrió realizar esta muestra bibliográfica?
El motivo no fue otro que la conmemoración del centenario del plan de estudios de la Enfermera. Me he querido sumar a los actos que se vienen organizando desde el mes de mayo por varias organizaciones, como los Colegios de Enfermería de Madrid y Cantabria, y otras instituciones. Se trata también de homenajear el empeño y valentía demostrado por las Siervas de María para plantear en 1915 al Gobierno de España, una regulación de los estudios que debían seguir sus religiosas para ejercer como enfermeras. Plan que al ver la luz, se extendía también a quienes desearan cursar estos estudios fuera de la orden religiosa, como seglares.

Cuando a finales de noviembre, ultimábamos los preparativos para la inminente inauguración, me llego la triste noticia de que otro coleccionista, Koldo Santiestaban Cimarro había fallecido, por eso plantee el poder dedicar también esta exposición al recuerdo de este “compañero enfermero e inolvidable amigo”.

-¿Qué idea has seguido para la presentación de los libros?
Al principio me plantee varias posibilidades de argumento expositivo, pero finalmente me decanté por agrupar los manuales en los cuatro apartados ya señalados, por pensar que la muestra está dirigida no solamente a personas relacionadas con la Enfermería, sino también a otros estudiantes de las variadas carreras que se cursan en el Campus de la Fábrica de Armas. Sin olvidarme también, de las personas ajenas al ámbito académico que también pudieran acercarse.

Llama la curiosidad de los visitantes los formatos y presentación de los libros del siglo XIX, sus primitivas formas de impresión empleadas o la escasez de ilustraciones. La evolución de los formatos y las coloridas portadas nos van aproximando al momento actual. Y en este recorrido, también están presentes, como no podía ser menos, los manuales de la UNED, para la convalidación del título de ATS por el de Diplomado. Resulta emocionante para algunas compañeras y compañeros que visitan la muestra reencontrarse con su camino andado.

FOTO 10 Explicando el Organizador de la Exposición Isidoro Jiménez Rodríguez

Otra idea que me pareció importante desarrollar fue la labor llevada a cabo por la Escuela de Enfermeras de la Casa de Salud de Valdecilla (Santander) y la gran difusión de los manuales del Dr. Usandizaga. Se exponen todas las ediciones aparecidas de los mismos.

La última parte de la exposición nos invita a una reflexión sobre los avatares que ha tenido el ámbito de la especialización de los cuidados. Tema este que es un capítulo por analizar en la historiografía enfermera. Por ejemplo, ámbitos como la dentistería, durante muchos siglos ligados a nuestra profesión, hay que investigar cómo han evolucionado y que repercusiones ha tenido para la Enfermería esta separación.

-¿Quieres decir que debemos reivindicar campos de actuación desarrollados anteriormente?
No se trata de cambiar aspectos que ya están implantados legislativamente. Se trata, por ejemplo, de reflexionar del porqué durante siglos, esa vertiente más práctica de la actividad enfermera, desarrollada por Ministrantes, Practicantes o A.T.S., como es la Cirugía Menor, no hemos sabido retenerla como campo de actuación profesional. De analizar los intereses que han guiado a otras profesiones para hacerse suyas prácticas sanitarias que a lo largo de la historia han desempeñado profesiones predecesoras de la actual Enfermería.

Resultan inadmisibles los términos despectivos que se emplean en la historiografía sanitaria para los antiguos profesionales de la odontología, como “sacamuelas”, pues significa interpretar de una forma interesada un pasado profesional. No he visto que a nadie se le denomine “sanguinario” por determinar la sangría como recurso terapéutico hasta hace poco tiempo.

FOTO 11 Una de las vitrinas que recoge manuales sobre especialidades

Dada esta opinión, también me gustaría expresar que nadie puede cuestionar que el campo de actuación de la Enfermería actualmente, el cuidado prestado de una forma científica, supone dentro del contexto de las Ciencias de la Salud, la profesión que tiene más expectativas de desarrollo y progreso. Siempre y cuando se respete su ámbito profesional reconocido en la legislación vigente y no se interprete de forma torticera por otros colectivos sanitarios.

¿Crees que hoy no se respeta este campo profesional enfermero?
Para responder a esta pregunta podemos hojear algunos de los manuales más antiguos de esta exposición. En ellos, de forma obsesiva, y bajo mi punto de vista, también infundada, se refiere en sus prólogos, a la formación de unos profesionales obedientes y dóciles, cuyo trabajo está guiado no hacia el servicio del enfermo, sino a cubrir las necesidades sanitarias de un momento determinado, o también, a desempeñar unas labores auxiliares.

Las circunstancias y las necesidades asistenciales que se daban, por ejemplo, en España hasta bien entrado el siglo XX, dejaban en manos del Practicante la única atención sanitaria a la que podían acceder los habitantes de muchos pueblos. Estos profesionales se dejaban la piel, y también su vida, por dar solución a todas las situaciones que se les planteaban.

Y podemos preguntarnos, ¿porqué se permitía esta abnegada actuación, pero jamás se vio reflejada en ninguna normativa?. Mi respuesta, a la luz de los testimonios que he podido recoger, es que siempre hemos desarrollado una labor muy por encima de lo que las leyes nos permitían, simplemente por el espíritu altruista que siempre nos ha guiado, frente a las aspiraciones crematísticas de otras profesiones sanitarias. Pero el problema surge cuando se intenta que eso que venimos haciendo, se plasme en la normativa.

FOTO 12 El Consultor del Practicante, 1915. Lámina utensilios de dentisteria

Lo anterior lo podemos aplicar a día de hoy con el problema de la prescripción enfermera. Podemos hacer de todo, siempre y cuando no se reconozca oficialmente que lo estamos realizando.

Me gustaría opinar que esta desconsideración y prepotencia que se está arrojando sobre la Enfermería, en estos últimos días, se podría rebatir, simplemente, desarrollando un estudio a nivel estatal sobre el tiempo que las enfermeras y enfermeros dedican en su jornada de trabajo a aclarar tratamientos o pautas incorrectas y dudosas; o a desempeñar funciones de coordinación asistencial que no les corresponde realizar, pues la ley determina que sea otro profesional quien las asuma.

Luego, ¿nuestra historia nos sirve para poder entender nuestro presente?
Esta afirmación ya se recoge en consejos o máximas latinas, no descubrimos nada nuevo. Si para cualquier profesión resulta fundamental conocer su historia, para la Enfermería, que aún no ha podido descubrir sus raíces, y lo poco que ha conocido de su pasado, ha estado mediatizado por otros profesionales ajenos, es primordial e imprescindible.

Por ello hay que potenciar el estudio de nuestra historia como asignatura independiente dentro del plan curricular actual. Ello, además, contribuiría a ampliar el horizonte humanístico que siempre ha acompañado a nuestra práctica profesional a lo largo de los siglos. Humanismo, al que otros pretenden apuntarse en estos últimos años, “autoconsiderándose”, perdón por la licencia gramatical, sus descubridores e impulsores.

Por lo tanto, dentro de la importancia de conocer nuestro pasado y de analizarlo con una perspectiva enfermera, esta exposición de libros nos puede plantear algunas hipótesis de interés: ¿Cómo han contribuido estos manuales a modelar, a lo largo del tiempo, la profesión?; ¿Qué intereses han guiado los diferentes planes de estudio, bajo cuya sombra se editaron estos libros?; ¿Se adaptan a la tipología de otros textos de enseñanza de profesiones de su época?; ¿Reflejan los distintos momentos políticos y sociales de la sociedad española?; ¿Quiénes son los autores de estos libros?; ¿Qué fines se perseguían con las diversas denominaciones de la profesión?, etc.

¿Deseas añadir algo?
Reiterar mi agradecimiento a los órganos rectores de la Universidad de Castilla-La Mancha y a la Biblioteca por poner a disposición de las enfermeras y enfermeros este espacio expositivo durante más de dos meses. La colaboración del responsable de la Biblioteca, D. Antonio Casado Poyales, ha sido fundamental para llevar a cabo el proyecto.

Agradecimiento que hago extensivo al Seminario Permanente de Historia de la Enfermería, y a su directora, la Doctora, Dª. Francisca Hernández Martín, por facilitar que quienes estudiamos la historia de la profesión podamos reunirnos en sus Congresos. Gratitud que también quiero expresar hacia el Colegio de Enfermería de Toledo, presidido por D. Roberto Martín Ramírez, y al Sindicato Satse, cuya representante provincial es Dª Gema Torrejón.

Señalar también el apoyo de la Editorial Elsevier, aportando algunas de sus obras recientes, las cuales han servido para plasmar ese “hoy” de la enseñanza.

Y finalmente, deseo poner a disposición de las distintas Universidades, Colegios de Enfermería, Bibliotecas y otras entidades, esta exposición, que sin duda, permite hacernos visibles a las enfermeras y enfermeros ante la sociedad.

En el artículo de Ángel M. Gregoris en el Diario Enfermero del 25 de diciembre de 2015, lo titulaba así:

Los libros de la enfermería, en Toledo

Acercar a la sociedad la evolución que ha sufrido durante los dos últimos siglos la enfermería es el objetivo de la exposición ‘Aprendiendo a cuidar: de la Doctrina de Sangradores a la excelencia en el cuidado’, que se puede visitar de lunes a viernes de 9.00 a 21.00 hasta el próximo 11 de febrero en la biblioteca del campus de Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Un total de 70 ejemplares de manuales y libros de texto del siglo XVIII y XIX pertenecientes al fondo bibliográfico del enfermero del Hospital Provincial de Toledo Isidoro Jiménez; se exponen dentro de los actos de conmemoración del centenario del primer plan de estudios de la profesión.

FOTO 13 Láminas de El Consultor del Practicante, 1915

Los volúmenes expuestos, que trazan una línea narrativa desde hace más de 200 años hasta la actualidad, se centran en diferentes disciplinas sanitarias, todas ellas precedentes al nombramiento de la enfermería como independiente de la medicina y de otras prácticas en el año 1915. Los libros muestran, además, las diferentes legislaciones surgidas para la obtención de las titulaciones. De esta manera, en alguno se hace patente la Real Cédula de 1804 que regula el examen de reválida de los sangradores, el Real Decreto del 29 de junio de 1846, que crea la figura del Ministrante o el plan de Estudios de la Enfermería de 1915, entre otros.

A través de las diferentes piezas que muestran el devenir de la profesión, se entienden los cambios más trascendentes en la profesión, como la unificación de las carreras de enfermeras, practicantes y matronas en una única titulación.

Todo ello con ejemplares de diferentes épocas y años, como viejos manuales de enseñanza utilizados para la formación de varias generaciones de enfermeras y enfermeros y que, como explica Isidoro Jiménez, “ayudan a explicar esta profesión, que es vieja y joven al mismo tiempo, y que tiene tanto calado e importancia entre la sociedad actual”.

FOTO 14 Lámina de El Consultor del Practicante, 1915. Artículo sobre la exposición en el Diario Enfermero

El presidente del Colegio de Enfermería de Toledo, Roberto Martín, agradece a Isidoro Jiménez su implicación y dedicación con la profesión. “Esta exposición es el testimonio de la evidencia científica de la enfermería, muestra sus orígenes y presenta el cuidado como pilar fundamental en pro de la salud”, apunta.

Esta exposición cuenta con el objeto de “difundir los diferentes aspectos que dan y han dado forma a la enfermería, mostrando cuáles son sus raíces, de dónde viene la formación, cómo ha evolucionado la especialización de los profesionales que han dado, además, paso a otras profesiones distintas como la odontología, la fisioterapia o la podología, entre otras”, añade Isidoro Jiménez.

Jiménez además, en un intento por compartir su extensa colección y toda la información que alberga el recorrido por los más de 70 ejemplares expuestos, se ofrece a realizar visitas guiadas previamente concertadas con aquellas personas que deseen conocer un poquito más sobre una profesión centenaria para la salud.

FOTO 15 ABC 26 de diciembre de 2015

Manuel Solórzano Sánchez
Diplomado en Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)

1 comentario:

KANO dijo...

Q horario de visitas hay?.

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