jueves, 28 de marzo de 2013

LIBRO RESUMEN DEL CONGRESO DE HISTORIA DE LA ENFERMERÍA. MADRID 2012



En un tiempo record y como prometió el autor que para marzo de 2013 estaría publicado el libro resumen del Congreso y gracias al trabajo tenaz y con empeño y tesón que ha desarrollado Carlos Álvarez Nebreda; y que todos los ponentes y congresistas que presentaron sus trabajos, han cumplido los plazos y las directrices que se dieron en el mismo congreso y como he dicho antes en un tiempo record, ha visto la luz el libro Resumen del “XIII CONGRESO NACIONAL Y VIII CONGRESO INTERNACIONAL DE HISTORIA DE LA ENFERMERÍA” celebrado en el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid, los días 22, 23 y 24 de noviembre de 2012.


FOTO 001 Portada del libro

Sobre el lema del Congreso, Carlos nos decía que se ha organizado con motivo del 150 Aniversario de la aprobación y presentación en público del Reglamento de la Sociedad de Ministrantes, del que emana el asociacionismo en las profesiones auxiliares de la Medicina y posterior desarrollo de los Colegios Profesionales de Enfermería.

Bajo el lema:
EL ASOCIACIONISMO EN LA ENFERMERÍA Y SU INFLUENCIA EN EL DESARROLLO DE LA PROFESIÓN. 150 AÑOS DE HISTORIA DEL COLEGIO DE ENFERMERAS DE MADRID

El libro pesa 1,3 kilogramos y contiene 703 páginas y lleva dentro un CD con el libro en archivo PDF que pesa 72,9 MB. En el están todas las Conferencias: inaugural, institucional, y la de clausura. Las ponencias a las tres mesas que hubo y las comunicaciones libres que fueron 47, tres anexos, prólogo e introducción.


FOTO 002 CD y fotografía sacada en el Museo del Colegio de Enfermería. Madrid

El autor de esta maravillosa obra es Carlos Álvarez Nebreda y como editores está el mismo y Francisca Hernández Martín. Coeditores: Mª Luz Fernández Fernández; Isidoro Jiménez Rodríguez; María Teresa Miralles Sangro y Paloma Rodríguez de la Cruz. Edita el Excelentísimo Colegio Oficial de Enfermería de Madrid.

Gracias a todos ellos y en especial a Carlos Álvarez Nebreda, desde hoy tenemos otro grandioso libro para consulta de nuestra querida Historia de la Enfermería.


FOTO 003 Manuel Solórzano, Paloma Rodríguez, Mª Luz Fernández e Isidoro Jiménez

Con estos congresos de Historia de la Enfermería promovemos la investigación en la Historia de la disciplina y la aproximación a la veracidad de los hechos, y así contribuir a que la enseñanza de la Historia de la Enfermería garantice el máximo conocimiento de ésta. Además, establecemos cauces de encuentro y reflexión entre estudiosos e investigadores de la profesión y facilitamos la comunicación y encuentro de los profesionales y las asociaciones que les representan, todos ellos objetivos recogidos en los Estatutos de la Asociación Nacional de Investigadores de la Historia de la Enfermería.

Carlos Álvarez Nebreda

Manuel Solórzano Sánchez
Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Miembro de Eusko Ikaskuntza
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP

martes, 19 de marzo de 2013

COLECCIÓN DE HISTORIA DE LA ENFERMERÍA



Arte y ciencia de la sanación. Historia de la educación

Os voy a presentar una de las mejores colecciones que hay hoy en día sobre la Historia de la Enfermería y sobre sus cuidadoras, ésta surge bajo la dirección de los Profesores Doctores Juana María Hernández Conesa y Juan Vicente Beneit Montesinos. Es un orgullo tenerla como amiga y como profesora de Historia de la Enfermería. Pocos profesionales están tan capacitados y preparados para el tema que nos enseña y nos muestra en sus libros. Estas Monografías forman parte de una colección “Arte y ciencia de la sanación. Historia de la educación” cuya directora es la Profesora Doctora Juana María Hernández Conesa, de la Universidad de Murcia. En la actualidad se han publicado alrededor de una decena de títulos en la colección cuyo objetivo general es recoger el conocimiento acumulativo a la Enfermería. Se puede acceder a los títulos, también on-line, de ésta colección a través de su editor: Diego Marín Editores (Murcia).

Es difícil encontrar textos tan buenos que nos reflejan una parte de nuestra historia, ya que es muy difícil encontrar libros, documentos y bibliografía de una época como ha sido la Sanidad y la Enfermería en la Guerra Civil Española.


FOTO 001 Portadas de libros de la colección

DM Libros de DIEGO MARÍN Librero Editor, contiene los siguientes títulos:

Un Análisis Educativo de la Formación Enfermera en España durante la Segunda República. Autores: José Antonio Vera Pérez y Juana María Hernández Conesa

La Formación de las Enfermeras de la Cruz Roja Española; Tomo I y Tomo II. Autores: Rosa Pulido Mendoza, Juana María Hernández Conesa y Juan Vicente Beneit Montesinos

Historia del Sistema Formativo de las Enfermeras Visitadoras de la Cruz Roja Española. Autores: Idoia Aparicio Goñi, Juana María Hernández Conesa y Juan Vicente Beneit Montesinos

Formación e Identidad Enfermera en el Franquismo. Autores: María Lourdes Cantero González, Juana María Hernández Conesa y Juan Vicente Beneit Montesinos

Un Estudio de los Paradigmas Educativos Enfermeros durante el Siglo XIX. Autores: Juana María Hernández Conesa y Juan Vicente Beneit Montesinos

Los Sistemas Formativos Enfermeros durante la Guerra Civil Española 1936 – 1939. Autores: Gabriel Segura López, Juana María Hernández Conesa y Juan Vicente Beneit Montesinos


FOTO 002 Portadas de libros de la colección

La Imagen Enfermera a Través de los Documentos Filatélicos y su Correspondencia Ideológica-Educativa. Autora: María Teresa Miralles Sangro

Grado de Satisfacción con los Cuidados de Enfermería en pacientes Hemolizados. Autores: María José Torralba Madrid, Juana María Hernández Conesa, Juan Vicente Beneit Montesinos y Máximo A. González Jurado

Un estudio de la imagen fílmica de la enfermera durante la primera guerra mundial. Juana María Hernández Conesa y Ana Gil Pérez

Formación e identidad enfermera en el franquismo. María Lourdes Cantero González, Juana María Hernández Conesa y Juan Vicente Beneit Montesinos

Historia de la formación enfermera en la Fundación Jiménez Díaz. Tomo I y Tomo II. María de los Ángeles Matesanz Santiago, Juana María Hernández Conesa, Juan Vicente Beneit Montesinos y María José Torralba Madrid

La Enfermería durante el reinado de Alfonso XIII (1902 – 1931): La Construcción Jurídica de una Profesión. Pedro Simón Cayuela Fuente, Juana María Hernández Conesa y Juan Vicente Beneit Montesinos

Un Estudio de los modelos educativos Enfermeros en la España de la Contrarreforma, a través de los textos escritos y editados por las Órdenes Religiosas, con voto de Hospitalidad. María Ángeles Navarro Perán, Juana María Hernández Conesa, María José Torralba Madrid y Juan Vicente Beneit Montesinos


Foto 003 Portadas de libros de la colección



El estudio de la Historia de la Enfermería es fundamental para conocer la evolución de la Humanidad y de una profesión, valorar los triunfos y los fracasos que ha tenido y, en consecuencia, conocer la forma de vencer los conflictos con los que nos hemos encontrado y con ello contribuimos en el progreso y el bienestar social, mejorando los cuidados de enfermería.

Como sucede con la Historia de la Humanidad, la Enfermería ha conseguido un desarrollo espectacular sobre todo en este último siglo, poniendo nuestra carrera profesional en cotas insospechables, encontrándonos en la Universidad con un Grado y un Doctorado, todo ello impensable a principios del siglo XX.

Esta colección nos enseña la evolución de nuestros mayores con sus aciertos y sus dificultades, para hacernos mejores y dejar en un altísimo lugar a nuestra profesión enfermera.

Agradecer tanto a Juana como a Juan Vicente y a todos los demás autores por esta extensa colección, llena de bibliografía que nos ayudará a madurar y a seguir ilustrando e investigando en bien de nuestra profesión.

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP

sábado, 9 de marzo de 2013

CLARA MAASS: UNA ENFERMERA HEROICA PARA LA HUMANIDAD



RESUMEN
Se analizan las posibles hipótesis de trabajo a las que fue expuesta Clara Louise Maass durante la investigación para la creación de una vacuna contra la fiebre amarilla y como consecuencia de su participación en ella, su fallecimiento. Además se describe la participación de personajes que intervinieron en las investigaciones de la fiebre amarilla en Cuba y que fueron homenajeados en este país, así mismo se promueve el  recuerdo y el reconocimiento a Clara Maass por su entrega y participación total en la búsqueda de una vacuna contra la fiebre amarilla. Los profesionales de la Enfermería y de Medicina relacionados con La Salud pública, con la Epidemiología con la investigación estarán siempre reconociéndola, su muerte solo refleja a una enfermera heroica para la humanidad.

PALABRAS CLAVE
Clara Maass, Fiebre Amarilla, Vacuna contra la fiebre amarilla, Walter Reed, Carlos Finlay.

AUTORES:
María Martha López Magaña: Licenciada en Enfermería, MCSP: Coordinadora de la especialidad de Enfermería en Salud Publica del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS). Jesús Roberto Colín Ortiz: MCP y MSP: Técnico Académico Tit B, 20 hs. CUCS. José Cruz Pérez Serna: MCP y MSP: Profesor Investigador CUCS. María Refugio Cabral de la Torre. Licenciada en Enfermería y MSP: Coordinadora de Extensión y Vinculación del Departamento de Enfermería para la Atención, Desarrollo y Preservación de la Salud Comunitaria del CUCS. Melquiades Aguirre Orozco: MCP y MSP: Profesor de asignatura CUCS. Bernardo Ramírez González: MCP y Epidemiólogo: Director de la UMF Nº. 1 del IMSS en Guadalajara, Jalisco. María Guadalupe Díaz Cárabes. Licenciada en Enfermería: Coordinadora de Investigación del Departamento de Enfermería para la Atención, Desarrollo y Preservación de la Salud Comunitaria del CUCS. Irma Ávila Rodríguez. Licenciada en Enfermería, MCSP, Coordinadora de Enseñanza del Departamento de Enfermería para la Atención, Desarrollo y Preservación de la Salud Comunitaria del CUCS. Félix Tonatihú Casillas Coles. Licenciado en Enfermería: Alumno de la Maestría en Ciencias de la Salud Pública, CUCS. Todos ellos pertenecientes a la Universidad de Guadalajara, México.

INTRODUCCION
La muerte de la enfermera Clara Maass provocó que se terminaran en Cuba los experimentos de fiebre amarilla en humanos1, antes de ella ya habían fallecido otras personas en diferentes trabajos de investigación sobre el mismo padecimiento, por un lado en el equipo de la 4ª Comisión de Estudio de la Fiebre Amarilla dirigido por Walter Reed había fallecido Jesse W. Laziar y en el equipo, de Carlos Finlay se habían reportado algunos fallecimientos en sus trabajos de investigación, no todos los fallecimientos fueron consecuencia del mismo objetivo, en el caso de Jesse el objetivo real era determinar la participación de un mosquito en el mecanismo de trasmisión, aunque se dice que su muerte fue por descuido de él; en el caso de los que fallecieron con Carlos Finlay, de 20 personas investigadas a 1981 se registran dos fallecimientos, uno de ellos por fiebre amarilla a consecuencia de una inoculación realizada con mosquito y el otro fallece como consecuencia de la enfermedad1,2; en el caso de Clara Maass el objetivo aparente del equipo de investigación en el Hospital “Las Animas” era elaborar una vacuna contra la fiebre amarilla, en este proyecto ya habían sido “vacunados” o sometido a la exposición de picaduras de mosquito a 19 voluntarios; ella fue la única mujer y además la única profesional de la enfermería que se involucró en ese proyecto; como voluntaria fue expuesta repetidamente a picaduras de mosquito infectado durante varios meses hasta que uno de ellos le provoco la enfermedad y la muerte.1,3


FOTO 001 Retrato de Clara Maass

LA MUERTE DE CLARA MAASS: LAS POSIBLES HIPOTESIS
Al llegar Clara al Hospital “Las Animas”, llegaba una enfermera de excelente preparación, representaba ella el perfil técnico profesional ideal para enfermería, por esas fechas no había en Cuba personal con sus características, exceptuando las otras tres enfermeras militares que había que terminaron su trabajo con Walter Reed en febrero del 19014, posterior a esa etapa no hay referencias de más profesionales de enfermería norteamericano trabajando en ese lugar y es la única norteamericana también que se involucra en este proyecto como voluntaria; el personal de enfermería que servía en el mismo hospital era empírico de origen religioso o voluntario, de hecho, las Escuelas de Enfermería formales surgen en ese país a partir de la ocupación norteamericana y propiamente el término “Enfermería” se utiliza en Cuba por primera vez también por esas fechas5; mientras el equipo de trabajo de investigación estaba tratando de comprobar las hipótesis que Carlos Finlay había hecho para inmunizar a los susceptibles, en un informe de Durham, se dice al respecto: “Es un hecho incontrovertible que el Dr. Carlos J. Finlay de la Habana fue el primero en establecer la experimentación directa para demostrar y probar sus ideas sobre el papel que desempeña el mosquito en la trasmisión de la fiebre amarilla: Su método consistía en alimentar mosquitos con sangre de enfermos de esa fiebre, antes del sexto día de la enfermedad y aplicarlos después, con un intervalo de dos, cuatro o cinco días a personas susceptibles. Su propósito era producir una enfermedad ligera de fiebre amarilla con el objeto de obtener la inmunidad”. El 25 de julio de 1900 durante una agradable conversación que tuvimos el honor de sostener con el amable investigador, nos informo de numerosos detalles sobre sus experimentos comenzados en el año 18816,7. Esta hipótesis es muy semejante a la que señalan que dijo Guiteras que coordinaba la investigación sobre la inmunización de la fiebre amarilla, “al producir casos atenuados de fiebre amarilla, estos se podrían controlar, y una vez recuperado el enfermo este sería inmune al padecimiento”, sin embargo otros autores como Martínez comenta en su artículo “Dos casos de auto experimentación en la Comisión de la Fiebre Amarilla: Clara Maass y Jesse William Lazear (1900-1901)”, respecto a estos experimentos, existe una versión de que se llevaban a cabo en forma secreta y que para ello se necesitaban “conejillos de indias humanos”, no sin admitir el riesgo para los individuos que voluntariamente se sometían a dichos experimentos1. Una vez que Clara determino participar, le pidió a su madre -en una carta- que no se preocupara si llegaba a enfermar de fiebre amarilla, pues le decía entre otras cosas que era común padecerla en esa época del año, ella estaba segura de que era inmune a dicha enfermedad, ella había servido al ejercito en Jacksonville Florida, Savannah Georgia, Santiago Cuba y Manila Filipinas,  donde había visto y atendido a soldados enfermos de paludismo, fiebre tifoidea, disentería, viruela, fiebre amarilla y dengue, eventualmente ella había enfermado de este último padecimiento en Manila, Filipinas en mayo de 19001,3; finalmente Clara se expuso en el hospital a las picaduras de mosquitos infectados, los recibió en siete ocasiones entre los meses de mayo, junio y agosto de 1901.

Entre los 19 voluntarios que participaron en estos experimentos Clara fue la única mujer, y fue la única enfermera y era la de más alto nivel profesional en ese hospital y probablemente en Cuba, además era la única persona voluntaria de origen norteamericano, ella fue expuesta a picaduras de mosquitos más veces que la mayoría de los que participaron en la investigación, y de los que participaron en el equipo de Walter Reed solo J. Morán fue expuesto a picaduras de mosquito durante tres días pero su tiempo de exposición real fue como una hora; algunos autores consideran que tuvo 15 picaduras de mosquitos infectados en una hora.

El 14 de junio Clara fue picada por el mosquito “Vergara” llamado así porque este mosquito había picado a un paciente de fiebre amarilla de nombre Santiago Vergara; Clara enfermo y presentó poca fiebre, el mes de julio trascurrió sin novedad, sin embargo para entonces los investigadores tenían la certeza de que el vehículo de trasmisión era el mosquito pero permanecía una duda en virtud de que otros que habían sido picados permanecían sanos –esta parece otra hipótesis de trabajo-, el 14 de agosto la exponen de nuevo a las picaduras de los mosquitos que habían provocado previamente dos casos de fiebre amarilla, el 18 de agosto Clara enfermo y seis días más tarde el 24 de agosto de 1901 falleció, al morir tenía 25 años de edad, había nacido el 28 de junio de 1876 en East Orange, Nueva Jersey1,6,8,9,10

Al revisar las propuestas de Finlay nos encontramos también que el preconizo un medicamento de tipo profiláctico y quizás curativo, en relación a este él dijo “he pensado que la fiebre amarilla sea entre todas las enfermedades de la patología humana la que mejor se presta a la medicación por medio de inyecciones con la serosidad inmunizante de sujetos aclimatados, ya con el objeto de procurar una protección profiláctica a los recién venidos ya para combatir las manifestaciones alarmantes en los casos graves de enfermedad”, según el Dr. Jorge Leroy y Cassay, este recurso terapéutico no fue otro que el suero de un sujeto inmune, recogido en la serosidad de un vejigatorio aplicado con todas las condiciones de asepsia necesarias e inyectado al sujeto a quien se trata de inmunizar, cosa que también publicó en junio de 1898, según lo describe en el trabajo “A plausible method of vaccination against yellow fever”, inserto en The Philadelphia Medical Journal, en el que reproduce también la favorable opinión emitida por el Dr. Roux, del Instituto Pasteur de Paris. En carta del 10 de diciembre de 1894 sobre lo perfectamente fundado de la idea que somete a su juicio, y en la que manifiesta además que él cree tener la idea de haber sido el primero en aplicar el de principio del descubrimiento de Behring y Kitasato al sujeto humano6 esta opción también debe de considerarse entre las hipótesis, pues el objetivo inicial era más bien crear una vacuna.

¿Le estarían dando a Clara algo como supuesto preventivo y luego la exponían al mosquito? Con el argumento de que ya era inmune o le daban algo después que ella enfermaba que en este caso fallo, es decir buscaban la inmunidad, la otra alternativa era exponerla varias veces a la picadura del mosquito para lograr también la inmunidad y la otra opción también es factible, es decir que estuvieran con ella viendo si los resultados señalados por Reed en relación a la trasmisión de la fiebre amarilla era a través del mosquito. Según Walter D. McCaw, Mayor del cuerpo médico de la Armada de los Estados Unidos en su trabajo sobre Walter Reed: “El hombre, su trabajo, y el reconocimiento mostrado a partir de los resultados obtenidos por él y sus asociados en la Comisión para la Fiebre amarilla”, señala que, Guiteras en la Habana, y el Servicio del Hospital de Marina y de Salud Pública de Veracruz, y por último una delegación del Instituto Pasteur de Paris, en Río de Janeiro, confirmaban de la manera más convincente la precisión y la exhaustividad de las conclusiones de la comisión estadounidense, es decir confirmaban lo obtenido por Walter Reed en Marianao4; finalmente hay otra hipótesis de trabajo que es la de J. Figueres, Martínez señala que el equipo del Hospital “Las Animas” trabajaba con la hipótesis de Figueres, y esta dice que “al producir casos atenuados de fiebre amarilla, estos se podrían controlar, y una vez recuperado el enfermo este seria inmune al padecimiento” la hipótesis prácticamente es la misma que la de Finlay y teóricamente él también se encontraba en el mismo lugar1.

El 3 de diciembre de 1952, se inaugura una placita en Marianao municipio de la Habana Cuba donde se homenajeo a Carlos Finlay y a sus compañeros de investigación, al personal de la 4ª Comisión Contra la Fiebre Amarilla al mando de Walter Reed, a los voluntarios de la US Army que participaron en los trabajos con Walter Reed, al Gobernador militar en Cuba que impulso el proyecto de investigación y autorizaba los presupuestos para trabajar con humanos y a otros que según los diferentes equipos cooperaron en la investigación ya como voluntarios ya como trabajadores activos, a esta placita se le bautizó como “Parque Lazear” y está ubicado en el barrio Pogolotti por la calle 90 entre la 60 y 61 A, llegar ahí implica unos 20 minutos de la Habana vieja y se puede llegar a él perfectamente en carro*, en ese lugar hay un pequeño parque pavimentado con un paredón de piedra al fondo, en forma semicircular como de 2 metros de altura, donde se colocaron 9 placas de bronce o tarjas, dos de ellas rectangulares y siete circulares o medallones, con la siguiente organización, en los extremos del mismo paredón se encuentran las placas de bronce rectangulares, con los nombres de 25 personajes, en la primera se tienen 12 nombres de personajes y como título se lee en la misma “VOLUNTARIOS”, y en la otra placa hay 13 y en el centro de la placa se lee “ESTOS COOPERARON”, los primeros 7 de esta placa también son voluntarios, el resto fue personal operativo de la investigación, entre esas dos placas se encuentran los siete medallones y ahí encontramos los rostros de los personajes que fueron considerados claves para la investigación: en el 1º. está Jesse W. Laziar (1866-1900), en el 2º. Walter Reed (1843-1902), en el 3º. Claudio Delgado (1833-1915), en el 4º. (el central) Carlos Finlay 1833-1915, en el  5º. Leonard Wood (1860-1927), en la 6º. James Carroll, (1854-1907) y en el último, es decir en el 7º. ahí está el de Arístides Agramonte (1868-1931). (Fotos: 4, 5, 6, 7, 8, 9,10 11, 12, 13, 14, 15).


FOTO 002 Placita en Marianao

Las inscripciones de las placas de los extremos se grabaron en honor a los voluntarios y los que cooperaron que de algún modo tuvieron que ver en los estudios realizados en ese lugar entre el 20 de noviembre de 1900 y el 7 de febrero de 1901, con los cuales se confirmo el trascendental descubrimiento del agente trasmisor a través de la picadura de un mosquito infectado de la fiebre amarilla anunciado por el sabio cubano Carlos J. Finlay  Barres en 18811,6,8,11,12

Los personajes de la  placa de “VOLUNTARIOS” son:
Folk Levi Everett, Hanberry James Leonard, Jernegan Warren Gadsden, Kissinger John Richard, Morán John Joseph (Reportado como voluntario por la armada nacido en Ohio, junto con Kissinger entro a la casa infestada de mosquitos luego contrajeron la enfermedad y no fallecieron le ofrecieron ingresarlo al experimento estipulándosele que no recibiría ningún pago, formaba Parte de la Comisión del canal del Istmo. Según Arístides, Kissinger y Moran debieron haber recibido un reconocimiento de la US Army. Él estuvo en la caseta número 2 acostado más de una hora con su cuerpo expuesto a la picadura de 15 mosquitos infectados que volaban libres en el local, el enfermo). Sonntag Charles Gustave, Weather Walks Edward, West Clayde Llewelyn, Cooke Robert Page, England Thomas Marcus, Hildebrand James, Andrus  John Newitt.
Y continúan más voluntarios en la segunda placa
Forbes Wallace Wellington, Olsen William, Méndez Álvarez Jacinto, Benigno Antonio, Fernández Nicanor, Martínez José, Presedo Vicente.
En esta segunda placa aparecen también los que cooperaron:
Kean Jefferson Randolph (Hean Jefferson), Sternberg George Miller, Truby Albert E, Ames Roger Post, Lambert Gustaf E, Warner Lena (Enfermera, trabajo en el equipo de Walter Reed, fue contratada considerando el criterio de inclusión de que ella era resistente a la fiebre amarilla, ya que se había expuesto al padecimiento cuando ella era una niña y enfermó del mismo padecimiento creándole inmunidad).


FOTO 003 Placas conmemorativas

De los personajes que están en los medallones y que también llaman la atención en la investigación de la fiebre amarilla son:
Claudio Delgado y Amestoy: Él fue colaborador clave de Carlos Finlay, de origen español, en agosto de 1886 Finlay inicia con Delgado, el estudio de la fiebre amarilla aplicando procedimientos de Louis Pasteur (1822-1895), con este doctor se encuentran protocolizados 104 casos de inoculaciones experimentales hasta 1900.
Leonard Wood: General gobernador militar de Cuba y médico, impulsó a la 4ª Comisión para la investigación de la fiebre amarilla, autorizo permiso para realizar experimentos sobre personas no inmunes y dinero para recompensar a los voluntarios que se sometieran a tratamiento.
Arístides Agramonte Simoni: Nació en Camagüey, Cuba el 3 de junio de 1868, hijo del Gral. Dr. Eduardo Agramonte y Piña y sobrino del héroe cubano de la independencia Ignacio Agramonte y Loynaz, de niño vivió en Mérida, Yucatán, México donde hizo su instrucción elemental, luego estudio en Nueva York, y en la Universidad de Columbia hizo la carrera de Medicina, regresa a Cuba como médico investigador bacteriólogo del ejercito norteamericano, fue miembro de la Comisión que estudio la fiebre amarilla, fue maestro de la Universidad de la Habana y fue propuesto para premio nobel sin lograr obtenerlo, falleció el 17 de agosto de 1931 en New Orleans, su cadáver fue trasladado al horno crematorio de Brooklyn.


FOTO 004 Panteón Cristóbal Colón

Clara Louise Maass, fue sepultada en el panteón Cristóbal Colon de la Habana con honores militares** y sus restos fueron exhumados y trasladados por el ejercito de EE UU al Cementerio Fairmont de Newark, New Jersey donde se caracterizó la tumba con una simple piedra al estilo militar, posteriormente personal de Newark Memorial (anteriormente alemán) Hospital promovieron la colocación de una lapida de granizo de color rosa con la placa de bronce modificando así la propuesta inicial. En 1952 el Newark Hospital Alemán cambio de nombre a Clara Maass Memorial Hospital, que desde entonces se mudo a Belleville Nueva Jersey, en navidad de 1949 apareció un timbre (sello de correos) donde ella se encuentra al centro, arriba de ella dice: Lutheran Memorial Hospital y bajo su imagen dice “por la ciencia y la humanidad”, en 1976 en el centenario del aniversario de su nacimiento, el Servicio Postal de Estados Unidos emitió un sello conmemorativo en honor de Miss Maass con valor de 13 centavos. El salón de la fama de la Asociación de Enfermeras de América, lleva el nombre de Clara Maass, el día 13 de agosto la Iglesia Luterana la conmemora como “Una restauradora de la humanidad”; en Cuba el hospital donde ella trabajo y donde se incorporó posteriormente como voluntaria a la investigación pusieron una placa en su honor, este hospital tan trascendental en la historia de la investigación de la fiebre amarilla en 1970 fue transformado y en él se hizo un Hospital de Pediatría. Cuba editó un sello de correos de dos centavos en fecha propiamente del cincuentenario de su muerte, el timbre de color rojo, en el centro se observa ella, a los lados los hospitales donde trabajo, el timbre se puso en circulación el 24 de agosto de 1951, según orden con el número 19 de fecha 7 de agosto de 1951, y de él se imprimieron 3 millones de ejemplares3 también se le puso su nombre a una Escuela de Enfermería y a un Hospital1,3 9,13,14. No hay noticias de ella en otros países.


FOTO 005 Placa y sellos conmemorativos

En relación al grupo de enfermeras que trabajo con Walter Reed, se señalan que eran tres4, una de ellas fue homenajeada, su nombre aparece en las placas de bronce ella es Angedine Lena Warner, en la placa aparece como Lena Warner, ella fue contratada por el ejército para el equipo de Walter Reed con ciertas condiciones propicias para el proyecto de investigación, el criterio de inclusión era contrario al que utilizaron con Clara para incorporarla, esta era inmune la otra no13. Sus condiciones propicias eran que ella había padecido le fiebre amarilla cuando era una niña y había sobrevivido al cuadro, es decir era inmune, al contrario de Clara que en la investigación quisieron crearle ese estado de inmunidad y solo se provocó su muerte.

CONCLUSIONES
Es posible que con Clara se hayan trabajado las hipótesis señaladas, pues otras más que también están como posibles, son descartadas de antemano: una de ellas, de que fue contratada por un elemento del ejército de los Estados Unidos y que este la haya obligado a participar en el proyecto de investigación, en el equipo de Reed. Se dice, que los militares participantes eran puros voluntarios, lo que sugiere descartar lo anterior; y la otra sería, de que hayan estado estudiando la historia natural de la enfermedad de la fiebre amarilla, esta hipótesis también es poco probable, pues Finlay tenía ya un buen numero de casos estudiados, incluyendo aquellos que habían fallecido, pero independientemente de eso, el número de muertos estimado en Cuba por año era de más de mil, por tal motivo la historia natural tampoco debió haber sido motivo de investigación, pero, además otros aspectos relevantes que debieron considerarse fue el diagnóstico clínico que le hicieron, se siente confuso.

¿Si era inmune porque murió? Y luego porque la consideraron inmune, solo porque ella lo manifestaba y en base a ello la involucraban, o porque le habían proporcionado algo equivalente a la vacuna que teóricamente la hiciese aparecer como inmune, entonces había una confusión evidente ahí, o fue otro padecimiento como dengue o como leptospirosis u otro, en el caso del dengue, ella había enfermado en Manila, pero si consideramos este, la siguiente pregunta es, ¿seria el mismo serovar? En aquella época no existía información sobre estos, en el caso de leptospirosis, a principios de siglo XXI aún no se conocía; casos de leptospirosis en esa época eran diagnosticados como fiebre amarilla. Exceptuando a C. Finlay, a L. Wood y a C. Delgado la gente que fue homenajeada corresponde a los que trabajaron con W. Reed. C Delgado no aparece en ninguno de los hospitales como operativo, teóricamente se le hizo el reconocimiento por haber trabajado con Finlay en los años previos a 1900, es decir no estaba en el equipo y en las fechas propuestas; en el Hospital “Las Animas” no aparece, ni Guiteras Gener, no aparece Díaz Albertini, no aparece Gorgas, ni aparece Clara, tampoco hay reconocimiento a este hospital, ya que este fue eliminado como tal en 1970, al contrario de donde trabajo W. Reed  una de las casitas fue convertida en monumento, difícilmente a Clara le iban a poner en el “Parque Lazear”, era una voluntaria mujer y enfermera expuesta a las picaduras del mosquito, no era oficial del ejército cuando fue contratada, había fallecido fuera del periodo referido, cuando no estaba previsto, fuera de la fechas para considerar a los homenajeados y fuera del lugar adecuado para lo mismo, ella trabajaba en el Hospital “Las Animas” bajo las ordenes de la Sanidad Cubana, no bajo las ordenes de W. Reed, posiblemente le habrían pagado 100 dólares por ser voluntaria en cada propuesta de exposición al mosquito y 200 dólares cuando se enfermó la primera vez y quizás también la última cuando falleció.

Probablemente eso afectó cualquier propuesta para recordarla a través del tiempo, como su muerte provocó que se terminaran los experimentos con humanos en Cuba, quizás tampoco eso gusto, ya que estaba provocando el nacimiento de la bioética en la investigación, aunque esto no está citado por nadie, en fin hay muchas preguntas de porque no fue homenajeada, y porque su caso no fue citado o comentado por los expertos, a pesar de que algunos de ellos la involucraron en siete exposiciones al riesgo, hasta que falleció.

Después de este análisis creemos que su participación no fue reconocida por la sociedad médica en general y la de enfermería en lo particular, tanto la de esos tiempos como la actual, no se le dio su lugar como enfermera mártir en la búsqueda de la vacuna contra la fiebre amarilla; Clara apoyo con su participación a la Epidemiología, a La salud Pública, a la investigación; su muerte y la de Jesse W. Lazear impactaron hasta al Canal de Panamá, ya que este se vio beneficiado con los nuevos descubrimientos, a partir de estos, las medidas de sanidad se orientaron a controlar la densidad del mosquito y por lo tanto a disminuir el riesgo de infección por fiebre amarilla.

Clara brindó otra imagen de la enfermera al involucrarse en la investigación, con todo el riesgo que implicaba, a soportar todo, exponerse a todo, incluso a la muerte con sólo el objetivo de lograr nuevos conocimientos, hacer crecer a la ciencia médica para que luego sus resultados fueran aplicados en toda la humanidad.

Como corolario la vacuna Contra la Fiebre amarilla fue descubierta por el sudafricano Max Theiler en 1937, 36 años después de la muerte de Clara Maass, en 1951 le concedieron el premio nobel7, la propuesta de Finlay o la de Guiteras con los avances tecnológicos que había en esa época difícilmente saldría adelante.

BIBLIOGRAFIA
1. Martínez Barbosa X. Dos casos de autexploración en la Comisión de la Fiebre Amarilla: Clara Maass y Jesse William Lazear (1900-1901). An Med (Mex) 2008; 53: 47-54.
2. Buck C, Llopis A, Nájera E, Terris M. El desafio de la epidemiología. Problemas y lecturas seleccionadas. Washingtong: O. P. S. 1988. Publicación Científica No. 505
3. Amaro Cano M del C. La enfermería en la filatelía cubana. Revista Cubana de Enfermeria,2004;  20 (1): 203-209.
4, .Owen RL. HYPERLINK "http://nrs.harvard.edu/urn-3:HMS.COUNT:961074" \t "_blank" Yellow Fever: A Compilation of Various Publications; Results of the Work of Maj. Walter Reed, Medical Corps, United States Army, and the Yellow Fever Commission. Washington.  Washington, D.C.: G.P.O., 1911.
5. Torres Esperon J M y Urbina Laza O. La enfermería en la Salud Pública cubana. Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/spu/vol35_1_09/spu07109.htm
6. Le Roy y Cassá J. Dr. Arístides Agramonte y Simoni. Disponible en: www.sld.cu/revistas/his/cua_92/his0292.pdf
7. López Sánchez J. Finlay. El hombre y la verdad científica. Sa ed. Ciudad La Habana: Editorial Científico- Técnica, 2007.
8. Carlos Finlay a traves del tiempo. Disponible en: http://www.sld.cu/sitios/carlos finlay/campamento.htm

9- Amaro Cano M del C. Algo más sobre Clara Luisa Maass, enfermera norteamericana, mártir de la ciencia. Revista Cubana Enfermeria 2011; 27 (3): 203-209.
10. Diaz Carabes M G, Colín Ortíz J R, Pérez Serna JC, Ortíz Anguiano D, Hernández Rivera  M de la P. La enfermera en la investigación, Clara Maass y la fiebre amarilla. Rev, Enfermería Científica. 2011; 19 (7): 251-255.
11. Cabrera MJA. Historia de la Fiebre Amarilla en Cuba y en las Americas. ¿Quién fue carlos Finlay? Portales médicos. 2007. Disponible en: http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/406/3/Historia-de-la-Fiebre-Amarillarilla-en-Cuba-y-en-las-Americas-%BFQuien-fue-Carlos-J-Finlay%3F
12. Delgado-García G. Trascendencia de la obra científia del doctor Carlos J. Finlay. Rev Biomed 2010; 21(3) :239-46.
14. Clara Maass Medical Center. History. Disponible en: http://www.barnabashealth.org/hospitals/clara_maass/history/index3.html
15.- Jesús Rubio Pilarte y Manuel Solórzano Sánchez. Clara Louise Maass. Contribución a la Profesión de Enfermería y a la Humanidad. Publicado el sábado 3 de septiembre de 2011 en ENFERMERÍA AVANZA:


AGRADECIMIENTOS
*el equipo investigador hizo la visita en motocicleta.
**en este mismo panteón fue sepultado Carlos Finlay, ahí hay un obituario de la Oficina Sanitaria Panamericana en su honor.

A la casa Carlos J. Finlay de Camagüey Cuba por la atención brindada al equipo investigador. La primera fotografía forma parte de los archivos oficiales de esta casa. Así mismo agradecemos a la Maestra Enriqueta Camberos González, Jefa del Departamento de Enfermería para la Atención, Desarrollo y Preservación de la  Salud Comunitaria del CUCS, de la Universidad de Guadalajara, por su entusiasmo y apoyo para abordar esta investigación.

El resto de las fotografías fueron tomadas por el equipo investigador, las figuras se tomaron del artículo de Amaro Cano M. del C. citada en la bibliografía. Para cualquier comentario hacerlo al Dr. Jesús Roberto Colín Ortiz, correo roco_323@hotmail.com o a la maestra Martha López Magaña, correo esp.marthalopezm@hotmail.com

COLABORADORES
Oscar Javier Vergara Escobar. Docente Facultad de Enfermería. Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud. Bogotá- Colombia

Raúl Expósito González
Enfermero. Servicio de Anestesia y Reanimación. Hospital “Santa Bárbara” de Puertollano. Ciudad Real. Experto en Barberos, Ministrantes y Sangradores

Jesús Rubio Pilarte
Enfermero y sociólogo. Profesor de la E. U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
Miembro no numerario de La RSBAP

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP